Este enfoque busca tomar decisiones informadas y fundamentadas en datos concretos y sólidos, es decir, se apoya en datos tangibles y verificables para avanzar. Esto implica recopilar información relevante, analizarla de manera objetiva y utilizarla para tomar decisiones.
Uno de los beneficios clave de la gestión basada en evidencia es que reduce la incertidumbre y el riesgo asociado con las decisiones, al basar las acciones en datos confiables, las organizaciones pueden:
- minimizar errores,
- maximizar las oportunidades de éxito,
- promover la eficiencia y la eficacia,
- evaluar el impacto de las intervenciones y ajustarlas si es necesario,
- asignar los recursos de manera más precisa y como consecuencia de esto, obtener mejores resultados.
Esto implica establecer indicadores, implementar herramientas de medición y seguimiento, y capacitar al personal en la interpretación y uso de la evidencia. Se requiere una cultura organizacional que valore y promueva el enfoque basado en datos, aquí está la clave.
Como dato curioso sobre la gestión basada en evidencia, podemos remontarnos a su origen en el campo de la medicina que se popularizó en la década de 1990. Luego, el concepto se expandió a otros campos y se aplicó a la gestión y la toma de decisiones en general.
Ahora bien… La diferencia fundamental entre la gestión y la gestión basada en evidencias radica en el enfoque y el fundamento en el cual se basan las decisiones y acciones tomadas.
La gestión, en general, se refiere a la planificación, organización, dirección y control de los recursos de una organización para lograr sus objetivos. Implica tomar decisiones, establecer estrategias y liderar equipos para alcanzar resultados deseados. La gestión puede basarse en diversos enfoques, como la intuición, la experiencia, los valores personales o las opiniones de los líderes.
Por otro lado, la gestión basada en evidencias se centra en tomar decisiones informadas y fundamentadas en datos concretos y sólidos. busca utilizar evidencia empírica y científica para guiar las acciones y estrategias. Esto implica recopilar información relevante, analizarla de manera objetiva y utilizarla como base para tomar decisiones.
Te invito a pensar… ¿Cómo es la gestión de tu organización? ¿Cómo es el proceso de toma de decisiones? ¿Evidencia? ¿Intuición?